jueves, 8 de mayo de 2008

Version Taquigrafica de la Visita a Senadores

SEÑOR PRESIDENTE.- Habiendo número, está abierta la sesión.
(Es la hora 11 y 17 minutos)
-La Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Senadores tiene el gusto de recibir a la delegación de la Comisión de Análisis del Parque Ambiental Cañada Grande, integrada por los señores Ricardo AMSTRONG y Norberto Pérez, y por la señora Beatriz Souto, quienes hace prácticamente un año -el pasado 9 de mayo de 2007- nos visitaran en este mismo ámbito. Parque Ambiental Cañada Grande es el sitio de disposición final del Plan Director de residuos sólidos urbanos e industriales de Montevideo, Canelones y San José.
SEÑORA SOUTO.- En nombre de la Asociación de Productores Agrícolas de Canelones, que también forma parte de esta Comisión de Análisis, agradezco a los señores Senadores la invitación para efectuar esta presentación. El Presidente de la Asociación, Felipe García, su Secretario, Antonio González, y su mediadora, Selva Plada, me encomendaron transmitirles que lamentan no poder estar aquí para dirimir cualquier consulta relacionada con los productores.
SEÑOR AMSTRONG.- Como el señor Presidente bien lo dijo, está por cumplirse el año de nuestra anterior visita, cuando presentamos la Comisión de Análisis del Proyecto “Parque Ambiental Cañada Grande”, aclarando que dicha Comisión había sido creada a instancias de la Intendencia Municipal de Canelones y de la propia Dirección Nacional de Medio Ambiente. Después de que nosotros concurriéramos al Senado, esta Comisión de Medio Ambiente citó a la DINAMA para que presentara el Plan Director, del cual los señores Senadores no tenían conocimiento. De la versión taquigráfica de esa sesión obtuvimos algunos datos que fuimos analizando en el correr de este año. Por lo tanto, lo que vamos a presentar en el día de hoy será el trabajo que llevamos adelante a partir del año pasado, basado en lo que manifestaron en este ámbito los representantes de la DINAMA, que consta en la versión taquigráfica.
Un asesor de la DINAMA manifestó que uno de los ejes fundamentales fue la participación de la población, así como también el seguimiento de la estrategia impulsado por nuestro Ministerio, que junto con la Intendencia Municipal propuso la creación de una Comisión local como una forma de acompañar todo el proceso. De alguna manera, esto está oficializando lo que dijimos el año pasado en cuanto a que esta Comisión de vecinos había sido creada a instancias de la Intendencia Municipal y de la propia DINAMA.
El esquema que vamos a exhibir en el día de hoy -presentado el año pasado- y que pertenece a una consultora alemana, trata sobre los factores que se deben tener en cuenta para la elección de un ciclo de disposición final. En función de ello, vamos a reiterar -porque es importante- que la consultora distingue entre factores de exclusión, factores de restricción y factores de aptitud.
Tal como lo pueden apreciar en la imagen, la columna del medio, titulada “Relleno Sanitario”, corresponde a todos los residuos sólidos urbanos, mientras que la denominada “Relleno de Seguridad”, refiere a los residuos industriales, los que, según su toxicidad, se clasifican en tres grupos: Grado I -que es el más tóxico- Grado II y Grado III. Este último es el menos tóxico y se asemeja a los residuos urbanos domiciliarios.
Como uno de los elementos de exclusión que detalla la consultora para elegir un sitio para disposición final, figuran los residuos industriales tóxicos, para los que establece una distancia mínima de 5.000 metros de perforaciones de OSE que abastezcan a las poblaciones.
Asimismo, en la parte correspondiente a los factores de restricción podemos ver que para los “Rellenos de Seguridad”, especialmente para los residuos industriales tóxicos, se establece una distancia mínima de 3.000 metros de las escuelas públicas o edificios de la Administración Pública. Como dije, esto figura dentro de los factores de restricción; por lo tanto, de presentarse alguno de estos elementos, se deberán proponer medidas mitigatorias.
Quiero señalar que nosotros nos hemos manejado con la documentación de la consultora, esto es, con documentos oficiales. O sea que mientras en el cuadro que presentamos se incluyen los residuos industriales como factores de restricción, es importante leer lo que la consultora dice en el Plan Director sobre la selección de sitios de disposición final de residuos sólidos urbanos (RSU) y similares -que son los industriales de Categoría III- pues propone que se establezcan criterios de exclusión y de restricción. Aquí no se dice que para los residuos sólidos industriales de Categorías I y II rijan los principios de restricción, pues ellos se aplican solamente para los residuos sólidos urbanos o, repito, para los residuos industriales de Categoría III.
Basados también en el documento de la propia consultora, señalamos que para el caso de los residuos sólidos industriales, los Grado I y II, se han elegido los criterios de selección de sitios expuestos en la Propuesta Técnica de Reglamentación de Residuos Industriales (PTR) de la DINAMA, con la excepción de los Clase III. Quiere decir que la propia consultora se basó en la Propuesta Técnica de Reglamentación de la DINAMA.
Nosotros presentamos esto el año pasado, pero realmente no sabíamos qué era la Propuesta Técnica de Reglamentación de la DINAMA. De todos modos, en la versión taquigráfica de la sesión de la Comisión a la que asistió la DINAMA, leímos que la ingeniera Alicia Torres expresó que el conjunto de factores integrados por los de exclusión, los de restricción y los de aptitud fueron definidos por acuerdo en un ámbito participativo como lo es el de la Comisión Técnica Asesora de Medio Ambiente (COTAMA), en el cual están representados el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y la sociedad civil.
Precisamente, la COTAMA es quien hace la Propuesta Técnica de Reglamentación de los Residuos Industriales. A partir de allí, procuramos averiguar cómo clasifica los factores la COTAMA y descubrimos que establece solamente dos categorías: los factores de exclusión y los de aptitud. Es claro que no menciona los factores de restricción, que sí son tenidos en cuenta por la consultora.
En lo que tiene que ver con los factores de exclusión recomendados por la propia COTAMA -sobre los que se basó la DINAMA- vale destacar que se establece lo mismo con respecto a las tomas de agua subterránea, por lo cual no puede existir un pozo que abastezca a una población a menos de cinco kilómetros. Insisto que esto coincide con los factores de exclusión que incluyó la consultora. Asimismo, se plantea la exclusión de predios que se encuentren a menos de tres kilómetros de escuelas rurales u otros edificios públicos que involucren la presencia de menores. A este respecto, en el cuadro anterior veíamos que la consultora ponía a las escuelas como un elemento de restricción. En cambio, la COTAMA -cuyas conclusiones, supuestamente, son las que tuvo en cuenta la DINAMA- establece que hay que excluir cualquier predio cercano a una escuela. Tal como vimos el año pasado, la consultora reconoce una escuela en esa situación, que es la N° 77, en Punta de Cañada Grande. Sin embargo, la Comisión de Análisis ha demostrado que, en realidad, son tres las escuelas involucradas: las Nº 23, 77 y 209. A nuestro juicio es claro que hay tres escuelas que se encuentran a menos de tres mil metros, límite que fija la COTAMA para utilizar un predio como destino de residuos sólidos industriales. Consultado el asesor de la DINAMA, contestó que no era por un problema de salud, sino que entendía que la distancia mínima aconsejada obedecía a un tema de manejo. Debo confesar que no entendimos a qué se refirió.
En concreto, estamos denunciando que aparte de la exclusión del pozo -sobre lo que coinciden la consultora y la COTAMA- esta última también incluye a las escuelas como un factor de exclusión.
Otros factores que deben tenerse en cuenta para la elección del sitio final son los de aptitud, entre los cuales está todo lo referido al uso del suelo. Podemos observar que cuando la consultora se refiere al uso del suelo, dice que aquellas zonas con importante desarrollo agropecuario como viñedos, árboles frutales, quintas, tambos, ganadería intensiva, entre otros, se consideran de baja aptitud para ser seleccionados. La COTAMA también dice más o menos lo mismo sobre los factores de aptitud. Concretamente, señala que en el uso del suelo se incluye la densidad de población -una baja densidad favorece o mejora la aptitud, mientras que una mayor densidad, evidentemente, baja su aptitud- así como la productividad de la tierra, para lo que recomienda que no sean suelos buenos, o sea que cuanto más baja sea la productividad mayor será la aptitud. Recordamos que el campo que fue seleccionado tiene un Índice CONEAT 120, uno de los más altos de la zona, por lo que se lo considera bueno.
También, como criterios de aptitud, la COTAMA incluye todo lo que se refiere a aguas subterráneas, expresando que disminuye la aptitud si el agua subterránea es fuente de abastecimiento única o estratégica para el área.
En cuanto al uso del suelo de esa zona, la consultora decía que se trataba un lugar extenso, de baja densidad poblacional y cuya actividad rural era, fundamentalmente, ganadera y forestal; sin embargo, el año pasado la Comisión de Vecinos presentó denuncia, puesto que considera que allí hay una alta producción local.
En la transparencia también podemos observar lo que marcábamos el año pasado en cuanto a que alrededor del predio seleccionado hay distintas actividades. Por ejemplo, si empezamos por la zona de arriba, vemos que toda la actividad se relaciona con la producción de frutales, y se están haciendo nuevas plantaciones acercándose a lo que venía a ser el predio elegido. De esta producción de frutales sale una gran exportación de peras para la Unión Europea. Allí también podemos observar una escuela, además de zonas de pradera de un tambo ubicado en ese lugar que remite seis mil litros de leche por día a Montevideo; también hay un establecimiento de cerdos lindero con el predio. El año pasado, en representación de la Comisión del Senado, algunos Legisladores -entre ellos el señor Senador Moreira- realizaron una visita recorriendo los establecimientos, pero no podía ingresar todo el mundo por problemas de sanidad.
También podemos observar toda la zona de viñedos. En la parte baja de la Cañada -es decir, en el sentido que corre la Cañada- tenemos las quintas, además de otros lugares donde se encuentran los haras y las praderas.
Ahora, voy a mostrar unas fotos del criadero de cerdos que está alambre por medio del predio elegido. A su vez, apreciaremos las praderas con el ganado, que es común a la zona.
Cuando nosotros presentamos toda esta producción local, la DINAMA solicitó un nuevo estudio de la zona para comparar y ver quién tenía razón: si la consultora alemana que calificaba a la zona como de ganadería extensiva y forestal, o los vecinos que denunciaban que era una zona productiva.
En esta misma Comisión del Senado, la ingeniera Alicia Torres dijo: “¿Qué estudios complementarios estamos pensando para el sitio que fue seleccionado? Por un lado, queremos complementar los estudios que hizo esta consultora con un estudio en particular encargado a la Facultad de Agronomía para conocer un diagnóstico acabado acerca de cuál es el perfil productivo de la zona y cuáles son las oportunidades desde ese punto de vista”. Su asesor, el doctor Pastorin, señaló: “Hemos definido trabajar junto con la Facultad de Agronomía a los efectos de ampliar los estudios que realizó la consultora con respecto a la situación productiva de la zona y la calidad de los suelos. El objetivo es contar con una información complementaria de un órgano que para nosotros es muy confiable, como es la Facultad de Agronomía.
En estos días se llevará a cabo ese acuerdo y calculo que en dos o tres meses tendremos los primeros resultados de la investigación que, por supuesto, estará a disposición de los señores Senadores”.
Aclaro que ese informe no nos fue entregado; pero también debo decir que la Facultad de Agronomía trabajó dos meses en la zona, concretamente, en setiembre y octubre. Me consta -porque fui uno de los censados- que hizo un estudio muy a conciencia, pues recorrió toda la zona -seguidamente veremos parte de ese informe- y en el mes de noviembre se lo entregó a la DINAMA. En diciembre del año pasado, algunas de sus autoridades concurren a la Comisión de Vivienda, Territorio y Medio Ambiente de la Cámara de Representantes y le entregan un resumen del informe de la Facultad de Agronomía -esto que les estoy mostrando es la versión de ese resumen- del que los vecinos no tenemos copia, por más que en reiteradas ocasiones lo hemos solicitado. Digo más: la ingeniera Alicia Torres se había comprometido a concurrir a la localidad de Empalme Olmos y llevarlo, pero hasta ahora no lo ha hecho.
Veamos, entonces, qué arroja ese resumen que presenta la DINAMA a la Comisión de Vivienda, Territorio y Medio Ambiente de la Cámara de Representantes. Como se puede advertir, las imágenes no son buenas porque tuvimos que escanearlas, pues no disponemos de la versión digital, que tampoco fue entregada a la Comisión.
Es importante destacar que en todos estos esquemas aparece el logo de la DINAMA. Presumimos que esta hizo un resumen o preparó este PowerPoint con los datos de la Facultad de Agronomía; pero, en todo caso, se trata del informe oficial que la Facultad elaboró y que no se ha hecho público.
Como decía, ahora podemos observar lo que arroja ese informe. Los principales ítems de producción para la Facultad de Agronomía, son: en primer lugar, la horticultura; después coloca a los vacunos de carne, a los cerdos, la leche, la fruticultura, la forestación y, como se observa, otros rubros. El informe está hecho de acuerdo con las hectáreas que ocupa cada una de esas producciones. Quede claro que para la Facultad hay 567 hectáreas de horticultura, más de 3.100 hectáreas con vacunos de carne, 109 con cerdos, más vacunos de leche, fruticultura, y abajo aparece la forestación. La consultora había dicho que el censo arrojaba que se trataba de ganadería extensiva y forestal, pero el informe de la Facultad de Agronomía demuestra que hay más hectáreas de frutales que de forestación.
Seguidamente, veremos más al detalle esa producción, según los datos -repito- del informe de la Facultad de Agronomía, preparado por la DINAMA. En el rubro hortícola, la producción se basa en boniatos, tomates y cebollas. En el rubro de vacunos de carne, es importante ver la carga animal; la consultora hablaba de una ganadería extensiva, pero en el informe de la Facultad de Agronomía se dice que existe una carga animal de 1,4 unidades ganaderas por hectárea. Una unidad ganadera equivale a un animal adulto de 400 kilos; por lo tanto, una unidad y media equivale a 600 kilos de carne en una sola hectárea, y eso no es ganadería extensiva. En el rubro suinos se habla de la existencia de un criadero importante en el límite del predio -esto es, alambre por medio- con 550 madres. Cabe destacar que el criadero tenía unas 6.000 cabezas cuando los Diputados lo visitaron el año pasado. En el sector lechería, fundamentalmente está el tambo a que se hizo referencia, que remite a CONAPROLE 1:600.000 litros de leche al año. En el rubro fruticultura, hay un solo productor que exporta, que fue el que hoy se mencionó.
Como se habrá podido advertir, aquí tampoco aparece la forestación.
Volviendo a lo que decía la consultora, aquellas zonas con un importante desarrollo agropecuario, como viñedos y árboles frutales -que vimos que aquí hay- quintas -también vimos que es el principal rubro- tambos -hay uno muy importante- y ganadería intensiva -se mencionó que hay una carga de 1,4 unidades ganaderas por hectárea- entre otros, son consideradas de baja aptitud.
También hablamos del tema del agua. La COTAMA decía que dentro de los factores de aptitud era importante conocer el sistema de abastecimiento de agua de la zona, agregando que había que tener muy en cuenta el abastecimiento realizado por pozos propios. La Facultad de Agronomía hizo un estudio sobre el agua que arroja que, en su mayoría, la zona carece de suministro de agua potable por redes de OSE, lo que es obvio, puesto que se trata de una zona rural. Sin embargo, el informe muestra que existe una amplia red de pozos excavados y perforados, con profundidades que van desde 8 a 22 metros en el caso de los pozos excavados, y entre 12 y 40 metros en los perforados, con un caudal muy importante: de 1.100 a 2.600 litros de agua por hora.
En esta proyección vemos un esquema de la Facultad de Agronomía donde están marcados todos los pozos. Para ello se hizo una recorrida utilizando el sistema GPS, se marcó el lugar y se preguntó acerca de la profundidad y el caudal. Realmente puedo decir que el estudio de la Facultad se hizo a conciencia.
Ahora bien, veamos qué pasa con los pozos de OSE. Recordarán que uno de los factores de exclusión era la existencia de algún pozo de OSE que abasteciera la localidad y se ubicara a menos de 5.000 metros. En el informe de la Facultad de Agronomía no aparece ninguno, porque la DINAMA marcó un límite de entre 3.000 y 3.500 metros para hacer ese peinado fino de la zona y los pozos de OSE se encuentran a una distancia mayor. La localidad de Empalme Olmos se abastece de tres pozos de OSE, dos de los cuales se encuentran a menos de 5.000 metros, es decir que están dentro de la zona de exclusión. Del más cercano se extrajeron 100.000 metros cúbicos en el año 2006 para Empalme Olmos; esa es una información que proporcionó Aguas Subterráneas de OSE en el año 2007. En estos momentos no tenemos los datos de la extracción del año 2007. Ese pozo -que decía, es el más cercano- tiene 60 metros de profundidad pero sólo se encuentra entubado en los primeros diez metros, por lo que los cincuenta metros restantes, que son los más profundos, están recibiendo las filtraciones de las distintas capas.
Lo que estamos viendo es el padrón, la zona marcada por el Plan Director de Residuos Sólidos de Montevideo y Área Metropolitana, y el pozo de agua que visitaron los señores Legisladores el año pasado se encuentra a 4.200 metros, es decir que se encuentra en la zona de exclusión.
Con respecto a la población, la consultora dijo que se trataba de un lugar extenso, de baja densidad poblacional. Por nuestra parte, habíamos hecho una investigación en el Instituto Nacional de Estadística y, ciertamente, no existe coincidencia entre las divisiones realizadas por dicho Instituto y el predio exacto. Nosotros nos basamos en los segmentos 79 y 80, que corresponden a la zona central del predio, y el resultado que tuvimos el año pasado en cuanto a la población fue que allí había cerca de mil personas. No obstante, repito, esta zona no concuerda exactamente con el lugar que se había determinado.
Asimismo, la Facultad de Agronomía hizo un estudio de las características poblacionales, como parte del cual censó a quinientas cuarenta y seis personas ubicadas en esos 3 kilómetros que marcó la DINAMA para llevar a cabo el muestreo. La densidad media se estableció en 7.2, que es la correspondiente al departamento, aunque si nos basamos en la media de la zona este de Canelones esa densidad está por encima.
También nos parece importante tener en cuenta la edad promedio de esa población, que de acuerdo con el estudio de la Facultad de Agronomía se ubica en los 36 años, es decir que se trata de gente joven. Siempre escuchamos que en este país la gente joven migra a las ciudades, pero en esa zona la edad promedio, repito, es de 36 años. Incluso, cabe destacar que el 95% de esas personas, durante el estudio, respondió que es probable o seguro que permanezcan en el lugar, por supuesto dependiendo de lo que ocurra con el emprendimiento que estamos analizando.
También con respecto a la población vemos que se da un hecho interesante: más de la mitad de las personas que allí viven llevan entre 10 y más de 50 años establecidas allí, y el 28% de los habitantes del lugar cuenta con una superficie menor a 10 hectáreas. En cuanto al régimen de tenencia, se pudo comprobar que el 91% de las hectáreas totales son explotadas por sus propietarios y solamente el 5% se encuentra en régimen de arrendamiento. En estos casos, también se da que los principales rubros de producción son los correspondientes a ganado vacuno y horticultura.
Por consiguiente, a modo de resumen, podemos decir que el informe de la Facultad de Agronomía encargado por la propia DINAMA para compararlo con el de la consultora alemana estaría demostrando que este sitio no es apto para un emprendimiento de esa naturaleza. Por nuestra parte, estamos a la espera de que, tanto la DINAMA como la Intendencia Municipal de Canelones, luego de dos años de haberse presentado el proyecto, determine que la zona no es apta para ese emprendimiento y de esa manera los productores podamos seguir invirtiendo y trabajando en nuestras tierras. Hemos sabido a través de la Intendencia Municipal de Canelones que se estaría reconociendo el trabajo de la Facultad de Agronomía, pero sin que aún se haya decidido descartar el lugar como apto para el emprendimiento. La Intendencia simplemente ha establecido que se suspende la iniciativa hasta que se encuentre otra zona o se hagan nuevos estudios. Este tema de la suspensión ya lo estamos escuchando desde diciembre de 2006, cuando el Intendente Carámbula nos dijo que se suspendía la iniciativa porque se estaban buscando los créditos necesarios para su concreción.
En realidad, el término “suspender” nos genera intranquilidad, porque es como una espada de Damocles, que impide que la gente continúe invirtiendo en la zona. Es el caso de un uruguayo que, después de haber trabajado muchos años en España, vino a invertir a Canelones y compró justamente un predio vecino a éste; después que lo ocupó se dio cuenta de que estaba calle por medio de este emprendimiento, por lo que paró toda su inversión. Tenía un proyecto de plantación de olivos y de almendros que el año pasado presentó ante la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Representantes. Tengo en mi poder una copia del mismo.
Repito que a nosotros la idea de “suspender” nos deja muy intranquilos.
Creo que ha quedado demostrado, no sólo por lo que dijimos el año pasado, sino por lo que confirmó la Facultad de Agronomía, que este sitio no cumple con los factores de exclusión -por los pozos de aguas y por las escuelas- ni con los factores de aptitud, sobre todo con respecto al uso del suelo y al uso del agua subterránea para el abastecimiento.
En la versión taquigráfica del año pasado leí una preocupación del señor Senador Lapaz con respecto a que la zona se iba a parquizar, es decir, después de que se llenara el terreno, la zona iba a quedar parquizada. Entonces, el señor Senador Lapaz dijo lo siguiente: “Hace unos minutos se hizo referencia a que, posteriormente, se parquizará el lugar que se ha usado para la ubicación de los residuos; esto no se da solamente en la parquización -el césped, los árboles- sino también en la vivienda que estaba ubicada ahí. ¿Está prohibido que en ese lugar que se parquiza se instalen viviendas?”. Esta también era una preocupación nuestra: ¿qué pasaría en el futuro con la zona? El Plan Director habla de que por unos veinte o veinticinco años se llenaría el lugar; pero, ¿qué pasaría a posteriori? Hay un trabajo de la propia DINAMA, que es un proyecto de Plan Nacional de Implementación de Programas de Evaluación de Sitios Contaminados, previsto en el Convenio de Estocolmo, que dice que estos sitios son áreas de sacrificio, debido a la acumulación de residuos que contienen sustancias tóxicas persistentes, sumado a la generación de gases, olores y lixiviados, entre otros. Estos sitios representan un riesgo para la salud y el ambiente, y luego de su clausura no son apropiados para uso residencial, recreativo o agrícola. Entonces, estamos sacrificando esta zona para siempre, porque nunca se va a poder construir una vivienda, no se va a utilizar como un parque de recreo ni desde el punto de vista agrícola, y tampoco habrá escuelas. Esto era lo que nos preocupaba el año pasado; nos preguntábamos qué iba a pasar, y vemos que también era la preocupación del señor Senador. Cuando encontramos este trabajo de la propia DINAMA, observamos que se aconseja que nunca más se haga nada en esos sitios.
SEÑOR ARANA.- No conozco el resultado final del informe de la Facultad de Agronomía, pero estaba leyendo el repartido, que supongo que es el mismo que maneja el señor Amstrong, y noto que hay consideraciones que parecen no coincidir exactamente con algunas de las apreciaciones aquí formuladas, sobre todo en lo que tiene que ver con las consideraciones finales. Reconozco que no he podido analizar en profundidad este material porque me fue entregado hace unos momentos, pero de todas maneras confieso que me llama la atención la cita de la propia DINAMA -no sé en qué contexto fue hecha ni en qué publicación- en el sentido de que nunca más podría llevarse a cabo ningún tipo de actividad recreativa en la zona, ni localizarse viviendas. Realmente me parece que estas conclusiones son notoria y absolutamente incorrectas -me animo a decirlo, sabiendo todos que soy arquitecto y no un especialista- pues es sabido que en Montevideo, así como en todo el mundo, hay muchísimas zonas donde se han realizado estas cosas, con pésimas tecnologías y a cielo abierto, que no es lo que se está proponiendo en esta oportunidad.
Aquí estamos hablando de disposición final de residuos domiciliarios y también de disposición final de residuos industriales, y seguramente todos los presentes -así como también quienes no se encuentran en este ámbito- coincidiremos en que, en cualquier punto de la República, las instalaciones resultan imprescindibles, porque si no, el país no puede crecer. Está claro que hay que buscar las localizaciones y las condiciones que sean más adecuadas, cumpliendo con las normas nacionales e internacionales vigentes.
Evidentemente, en lo que tiene que ver con los residuos industriales y atómicos -con respecto a estos últimos, hay que tener en cuenta los trabajos que se están haciendo en nuestro país por la Facultad de Ciencias- se requieren determinadas condiciones que aseguren la absoluta estanquidad y que sean compatibles con la calidad de vida de la gente.
Por eso decía que me llamó mucho la atención la cita realizada en este ámbito por las autoridades que hoy nos acompañan, y me gustaría que se me hiciera saber de dónde surge. De cualquier manera, se me ocurre que seguramente habrá consideraciones atenuantes, por lo menos con relación a las consideraciones finales, pues reitero que es absolutamente inexacto que los lugares donde hubo disposición final de determinados residuos resulten incompatibles con otro tipo de asentamientos, siempre pensando en un plazo razonable, claro está. Como ejemplo menciono el caso de Miramar, que es uno de los lugares más caros del Uruguay, y buena parte de esa zona residencial antes fue utilizada como un área de disposición final de residuos, lo que muchos de nosotros podremos recordar. Claro que estamos hablando de situaciones extremadamente discutibles, propias de una época donde tampoco existían convicciones tan firmes con respecto al manejo responsable que tanto el sector público como el privado deben llevar a cabo para garantizar la calidad de vida de la gente, convicciones que, afortunadamente, sí existen actualmente, desde hace algunos años.
SEÑOR MOREIRA.- Ante todo, pido disculpas por haber llegado tarde; recién ahora estaba hojeando el informe y el estudio realizado por la Facultad de Agronomía.
A propósito del tema que estamos considerando, señalo que tuve oportunidad de visitar el predio, junto a los integrantes de la Comisión de Vivienda, Territorio y Medio Ambiente de la Cámara de Representantes, y si bien no tengo muy presente aquel primer estudio realizado hace unos años por la consultora alemana, parece obvio que el mismo contenía errores, pues los que se han llevado a cabo más recientemente muestran otros resultados. La recorrida que hicimos por la zona -visitando, incluso, alguna escuela del lugar- nos permitió comprobar “in situ” que aquel primer informe no se ajustaba a lo que es la realidad productiva y habitacional de la zona. Esto parece haber sido percibido claramente tanto por el Gobierno Departamental de Canelones como por los técnicos de la DINAMA, dado que el emprendimiento ha quedado en suspenso. Por mi parte, imagino que se trata de una medida preventiva, hasta tanto se logre obtener información fidedigna que permita aquilatar el impacto que tendrá sobre la zona la acumulación de residuos provenientes de Canelones, de Montevideo y, en una primera instancia, también de San José; y digo “en una primera instancia” porque, al parecer, el Intendente de dicho departamento ha manifestado que los residuos de San José no irán a ese vertedero. De cualquier manera, hay que tener en cuenta lo que señalaba el señor Senador Arana en cuanto a que, tratándose también de residuos industriales, se requiere un tratamiento específico por su peligrosidad y la propia dificultad de su manejo.
Cabe destacar que es la segunda vez que los recibimos en esta Comisión, y también hemos hablado con ustedes cuando visitamos el lugar. Todos comprendemos la preocupación que tienen los habitantes del lugar y también de las zonas aledañas. Este tema preocupa a todos, no sólo a los habitantes del lugar donde está ubicado el vertedero. Me imagino que el señor Senador Arana tendrá una profunda preocupación porque -como todos sabemos- ha sido Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y, además, Intendente de la ciudad de Montevideo, y nuestra capital presenta un gravísimo problema en lo que tiene que ver con los residuos.
Indudablemente habrá que buscar una solución, pero en función de la visita que he realizado, sigo sosteniendo que no se trata de un lugar adecuado para instalar un vertedero de esas características, por su envergadura y volumen. No obstante, reitero, en algún sitio habrá que colocarlo, aunque supongo que habrá lugares más adecuados. Supongo que sí lo deben estar considerando la DINAMA y el Gobierno Departamental, aunque parece que este trámite se ha congelado.
En lo personal, sin ser un experto en la materia, pero en función de que cuento con cierta experiencia como gobernante municipal, quiero reiterar que no me parece un lugar apropiado para instalar un vertedero de este volumen y envergadura.
SEÑOR PÉREZ.- Lo que nos tiene realmente preocupados -además de todo lo que hemos hablado sobre el destino final de los residuos- es su tratamiento final, puesto que los residuos se están llevando a Empalme Olmos, en el emprendimiento Cañada Grande II. Esta situación se viene dando desde el año l993 y se había prometido cumplir este último año con un relleno sanitario, pero no hemos comprobado que se haya realizado. Incluso, muchas veces, cuando se produce un conflicto en Montevideo, se llevan los residuos a la zona de Cañada Grande II. Lo que nos preocupa, justamente, es saber quién se hace cargo de eso y qué tratamiento se va a dar a los residuos en un futuro, porque no se trata sólo de esto -que sabemos que es vital para el país- sino del perjuicio que este emprendimiento está generando actualmente en Empalme Olmos.
Reitero: este asunto nos tiene muy preocupados, porque se prometió la realización de un relleno sanitario que todavía no hemos visto y, mucho menos, sus efectos.
SEÑORA SOUTO.- Quería formular algunos comentarios sobre lo que han manifestado -como preguntas y condiciones- los Señores Senadores Moreira y Arana.
Estoy de acuerdo con el Señor Senador Moreira en cuanto a que la zona no es la adecuada. Nosotros contamos con una presentación del trabajo realizado por la Facultad de Agronomía, pero no disponemos del trabajo completo. En realidad, me gustaría ver los datos totales para poder analizarlos según nuestra virtud y nuestros eventuales errores en el tratamiento del asunto. Del mismo modo, también me gustaría que los señores Senadores dispusieran del informe para que puedan leerlo en su totalidad y no sólo el resumen. Evidentemente, siempre se requiere que un técnico redacte las conclusiones de un trabajo en el que se han extraído datos de la realidad, para ver si estamos o no de acuerdo.
Ahora bien; en cuanto a los residuos nucleares -tema mencionado por el señor Senador Arana- les recuerdo que en ninguna parte del mundo cuentan con un sitio de disposición final, sino que se guardan -como lo hacemos nosotros actualmente- en sitios industriales. Se trata de un tema que debemos encarar con mucha responsabilidad y eso es lo que ha hecho la organización internacional. Se han estado analizando distintas formas de disposición que se adecuen a la forma en que el ambiente los recicla naturalmente; por lo menos, es lo que se pretende.
Esto no tiene nada que ver con lo que nosotros trabajamos como residuos industriales, aunque sí guarda relación con el cálculo de los riesgos de seguridad de las distintas categorías. Sin embargo, debido al avance tecnológico y de conocimiento -no sólo en lo que se relaciona con los residuos industriales, sino con lo que podríamos llamar residuos convencionales urbanos- también hemos visto que en muchos lugares del mundo algunos residuos urbanos se ubican como residuos industriales peligrosos. Esto sucede, por ejemplo, con la tecnología de los PC y toda la parte electrónica; pese a ello, en Uruguay los seguimos manejando como residuos convencionales.
Hay que destacar que por alguna razón somos el país con mayor índice de cáncer. En esto no sólo hay que tener en cuenta el tema de los residuos, sino también una cantidad de otros aspectos. El avance del conocimiento nos ha mostrado que los uruguayos registramos los mayores índices de cáncer en la población, dado que no hacemos las cosas como deberíamos y no prestamos atención a los adelantos científicos alcanzados en diversas áreas. Entonces, ya que vamos a hacer un gran basurero con relleno sanitario, desde la Comisión pretendemos que al hacerlo se tengan en cuenta los mejores conocimientos que hay en el mundo al respecto y no los de hace 20 ó 30 años, como sucedió cuando se iba a hacer en Felipe Cardozo y no se hizo.
Esperamos que aquí se proceda de la forma que mencionamos, ya que no somos tontos; los uruguayos estamos formados por muchas naciones, de modo que tenemos una idiosincrasia que nos permite utilizar el conocimiento de muchos pueblos, sin pensar que sólo está bien el nuestro. Utilicemos el conocimiento que hay en el mundo sobre este tema y hagamos lo mejor en nuestro país, porque ello redundará en la calidad de la salud de nuestra población. Pretendemos que esto ocurra no sólo con respecto al megabasurero, sino respecto a cualquier otro emprendimiento que iniciemos en el Uruguay. Pensemos en la calidad de vida de nosotros mismos, porque más allá de que seamos gobernantes y tengamos poder de decisión, aunque vivamos a 10 o a 30 kilómetros de la ubicación prevista, nosotros también integramos esta población. El profesional que decide, debe hacerlo con la mayor responsabilidad posible. En este momento, dicha responsabilidad tiene que ver con la elección de un sitio de disposición adecuado para el país, porque esto no se hará solamente en Montevideo y Canelones, sino que posiblemente se traduzca a otros departamentos de la nación.
SEÑOR AMSTRONG.- He traído algunas copias de la Guía para la Identificación y Evaluación Preliminar de Sitios Potencialmente Contaminados, realizada en julio de 2005, para que obren en poder de los miembros de la Comisión. Este documento tiene el logo del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, de la DINAMA y del NIP, que tiene que ver con el Convenio de Estocolmo en Uruguay. En lo personal, debo decir que quise entrar en la página del NIP, pero no estaba habilitada. También figura aquí el nombre de la ingeniera química Ana Salvarrey y del ingeniero químico Pablo Gristo. De estos informes se extrajo la recomendación de que, donde hubo un vertedero, nunca más se puede hacer nada. Esto no lo inventamos nosotros, sino que lo dice el propio Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. Que en el pasado se haya edificado sobre vertederos antiguos no quiere decir que lo sigamos haciendo ahora, pues antes se cometieron muchos errores y no por ello los vamos a seguir cometiendo en la actualidad.
Por otra parte, el hecho de que un vertedero sea diferente a un relleno sanitario, no incide; para el suelo es exactamente lo mismo o, quizás, hasta peor, porque si no se puede construir un parque ni una vivienda encima de un vertedero -tal como dice acá- tampoco se puede hacer donde hay un relleno sanitario. ¿Qué es un relleno sanitario? Es un vertedero con una membrana por debajo. Pero en el Plan Director se habla de montañas de basura de 45 metros de altura; por tanto, la membrana va a estar muy por debajo. Por tal motivo, el propio Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente aconseja que nunca más se construya algo allí, y esa idea es la que nosotros venimos a presentar aquí.
SEÑORA SOUTO.- Algunos países como Alemania -por más que la consultora haya sido alemana- están de acuerdo en que un vertedero, después de cerrado, tiene que ser sometido a un control periódico durante un lapso de entre 25 y 50 años. Además, no se puede hacer un paseo por ahí porque existe riesgo de explosión, pues después de cerrado ya no se extrae gas, y no sólo se mantiene el que está sino que se sigue creando, por lo que, repito, hay riesgo de explosión. Tampoco se puede construir encima de él, ni plantar árboles, porque al utilizar membranas, éstos las perforan, destruyendo todo y convirtiéndolo en algo que no es un relleno sanitario, más allá de que hay que hacer un seguimiento de los movimientos de tierra por posibles roturas de membrana a causa del propio movimiento de la basura. Esto ocurre porque parte de esa basura se degrada, pero otra parte queda más sólida, de manera que esa área siempre conlleva un riesgo.
Todo esto depende de cómo sea la zona, de cómo se maneje el material y de la basura que le estemos colocando. Aquí no existe la clasificación de basura, aunque -¡gracias a Dios!- se está mencionando cada vez más, porque así se coloca menos basura en el vertedero. De todos modos, la zona es un riesgo. No es un parque y no se pueden plantar árboles, aunque sí algún arbusto con raíces que no lleguen a la membrana.
Lo cierto es que actualmente todo lo relativo al relleno sanitario requiere el cumplimiento de muchas condiciones. En Alemania ya se están prohibiendo cierta clase de rellenos sanitarios y se está pretendiendo que para el año 2020, con la industria y la parte que se maneje de los productos domiciliarios, el residuo sea cero.
Nosotros tenemos que ver qué está haciendo el mundo en ese tema, para absorberlo; no debemos comprar tecnología industrial ya obsoleta por el hecho de tener un residuo industrial. Hay mucha responsabilidad de parte del Gobierno en ese tema. Sé que el tema se está tomando con mucha seriedad y se está tratando de no comprar tecnología obsoleta, siguiendo el ejemplo de países que ya no compran aunque uno trabaje con esa tecnología; sin embargo, hay países que la siguen comprando y nosotros estamos en esa situación, porque tenemos industrias muy viejas. Creo que el señor Senador Arana lo sabe bien, ya que habiendo sido Ministro, desde su Cartera tenía que controlar todos estos aspectos.
SEÑOR AMSTRONG.- Quería puntualizar algo al señor Senador Arana, ya que él no estuvo en nuestra anterior visita. En diciembre de 2006, esta Comisión de Análisis entregó al señor Intendente Carámbula y a la DINAMA las conclusiones a las que llegó, de lo que se desprende que reconoce y sabe la importancia que tiene para el país la elección de un lugar de disposición final de residuos. Nunca nos opusimos al proyecto, pero la función de esta Comisión -reitero, creada por la Intendencia Municipal de Canelones y por la propia DINAMA, lo que fue reconocido aquí mismo por un asesor de esa Dirección- fue analizar el sitio elegido para la disposición final de los residuos; no el proyecto en sí.
Evidentemente, compartimos la preocupación del país en el sentido de que a algún lugar hay que ir a tirar los residuos, pero nuestro trabajo fue analizar si este lugar era el mejor; para eso fue creada la Comisión y, lamentablemente, después de ser creada por la Intendencia Municipal y por la DINAMA, fue olvidada. La Comisión de Análisis se movió durante estos dos años a puro pulmón y a costa del bolsillo propio, y una sola vez -concretamente, en setiembre de 2006- contó con la visita de los técnicos, en Empalme Olmos, que fueron a pasarnos un PowerPoint e informarnos sobre la zona parquizada. Dicha reunión se extendió un par de horas y, como no dio el tiempo para que nos contestaran todas las preguntas que teníamos para formular, se las entregamos por escrito al Director de Gestión Ambiental de la Intendencia Municipal de Canelones, y hasta el día de hoy seguimos esperando las respuestas. Por eso decimos que a pesar de que esta Comisión fue creada por la Intendencia Municipal y por la DINAMA, fue olvidada. Tan así es que luego de que nosotros concurriéramos a este ámbito a presentar nuestro trabajo, la DINAMA contrató los servicios de la Facultad de Agronomía para corroborar lo dicho por una y otra parte. A pesar de que se nos pidió que hiciéramos el estudio correspondiente, finalmente se terminó contratando a la Facultad de Agronomía que, me consta, hizo un trabajo excelente, a conciencia, que le insumió dos meses.
Ahora bien, del Plan Director de la consultora alemana se desprende que luego de recorrer ocho posibles lugares de Canelones en un solo día, se terminó concluyendo que Cañada Grande era el lugar más indicado. En definitiva, si a la Facultad de Agronomía le llevó dos meses hacer el estudio y a nosotros, que conocemos la zona, más tiempo, ¿cuánto le llevó a la consultora realizarlo si en ocho horas del día recorrió ocho lugares? Más o menos media hora.
Nosotros no estamos en contra del proyecto; simplemente decimos que la función de la Comisión fue la de analizar la ubicación del proyecto en este sitio. En función de ello, el año pasado expresamos que el lugar no era apto y ello fue ahora confirmado por la Facultad de Agronomía.
En consecuencia, aspiramos a que las autoridades de una vez por todas nos digan si este sitio sigue realmente vigente, o si reconocen que no es el más adecuado y, por lo tanto, resuelvan buscar otro lugar. Esta es nuestra preocupación.
SEÑOR PRESIDENTE.- Propongo que, tal como se procedió el año pasado, se remita la versión taquigráfica de lo expresado en el día de hoy en este ámbito a las mismas instituciones, es decir, a la DINAMA; a los Ministerios de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, de Ganadería, Agricultura y Pesca y de Salud Pública; a las Intendencias Municipales de Canelones, de San José y de Montevideo; a las Juntas Departamentales de esos departamentos; a las Juntas Locales de Empalme Olmos y de Pando; a la Dirección Departamental de Salud de Canelones; a OSE de Montevideo y de Canelones; a la ANEP, conjuntamente con la Inspección Departamental de Escuelas de Canelones; y a las Escuelas Nº 23, 77 y 209. Quizá podríamos resolver enviarla también al INIA y a la Facultad de Agronomía, dado que fueron mencionados en el día de hoy.
SEÑOR ARANA.- Comparto totalmente la idea de que este tema de los resultados y el informe completo de la Facultad de Agronomía sea conocido por las autoridades que correspondan. No obstante ello, quiero decir que luego de hojear a lo largo de esta reunión el informe, no advertí que las conclusiones finales sean compatibles con esta afirmación de que este es un sitio inadecuado. Con esto no estoy afirmando que sea ese el sitio adecuado, sino que no encuentro esas conclusiones en este resumen.
De cualquier manera, pienso que hay que ser muy cuidadosos con algunas consideraciones. He visitado países aparentemente muy responsables -incluso, de la Unión Europea- que han llevado adelante recomposiciones ambientales y territoriales adecuadas para la vida colectiva, aunque no puedo sostener que se haya hecho en lugares residenciales.
Por otro lado, tengo conocimiento de que se están haciendo vertederos muy cuidadosos, utilizando la potencialidad energética del gas metano. Al respecto, vale destacar que hay nuevas tecnologías que aseguran una correcta utilización de todo aquello que pueda tener un efecto peligroso. Todos hemos sabido de situaciones en establecimientos industriales con pozos negros, en los que se han producido accidentes, por ejemplo, al encender un farol a querosén. Efectivamente, si estas cosas no se controlan, se tornan peligrosas y, según creo, nadie está hablando de no tenerlas en cuenta.
Si me permiten, voy a citar la alocución que hice por radio y televisión, a solicitud de la Presidencia de la República, a propósito de la instalación de la planta de Botnia. Si bien en un comienzo la gente de Fray Bentos estaba absolutamente en contra, hoy la situación ha cambiado. Reconozco que no son cosas comparables, pero traigo este ejemplo a colación para citarme, y no porque lo haya hecho solo, dado que, en general, suelo compartir los trabajos a nivel de equipo. Concretamente, en aquel entonces dijimos: “Lejos estamos de aceptar cualquier tipo de inversión porque no tengo un espíritu economicista ni productivista. ¿Por qué? Porque me parece que si no se cuidan desde el punto de vista de la localización adecuada y equilibrada, y desde el punto de vista ambiental de manera sostenible, las inversiones no deberían ser aceptadas. De otra manera las considero socialmente responsables, éticamente incompartibles y políticamente regresivas”. Me cito a mí mismo, o al grupo que participó en la redacción, porque sigo creyendo en eso.
Por consiguiente, si realmente la Facultad de Agronomía o cualquier otra institución pública o privada, nacional o extranjera -podemos enriquecernos con las experiencias y conocimientos de otros- llegan a la conclusión tajante de que cierto lugar no es apto para determinadas funciones, imagino que todos estaremos en la misma posición confluyente. De todas maneras, entiendo que hay que tener cuidado -advierto que no es mi intención generar una polémica- con la forma de expresarse, porque hay vocablos que llevan una carga semántica de rechazo casi a priori.
No creo que alguien esté pensando en “megabasureros”. No se trata de eso, y expresarnos de tal forma es, por sí, descalificante para quienes vienen trabajando en el ámbito departamental o nacional; además, no concuerda con la intención de lo que aquí se ha formulado.
Entonces, si es que de verdad queremos un país extraordinariamente mejor, que dé soluciones y mejores las condiciones de la gente común en el futuro -piensen lo que piensen y voten lo que voten- un país productivo, con equidad social y una mejora en la vida de la gente, sólo podremos lograrlo en la medida en que sea territorialmente equilibrado y ambientalmente sustentable.
SEÑOR CID.- Con respecto a la iniciativa planteada por el señor Presidente de la Comisión, me gustaría repasar a quiénes se enviará la versión taquigráfica de esta sesión, porque supongo que ello tendrá un costo determinado de funcionarios, de trabajo, de copias y de envio por mensajería, además de que alguno de los destinos señalados simplemente tendría un carácter de difusión y no de impacto para adoptar una decisión. Quiero señalar que no me opongo a enviar algunas copias de la versión taquigráfica a determinadas instituciones como OSE, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente y la DINAMA, ya que están específicamente involucradas en el tema, aunque sí me parece que en ese envío debería incluirse la convocatoria para una nueva visita de la DINAMA. Digo esto a los efectos de que con este nuevo análisis de la Facultad de Agronomía, más lo que se venía elaborando, podamos tener una visión acabada y lograr un posicionamiento.
Creo que a la Comisión que hoy nos visita le ha quedado la impresión de que se han cortado los puentes de comunicación -por lo menos, alguno de los visitantes lo ha mencionado-; sin embargo, creo que el estudio que ha realizado es muy serio -a pesar de no contar con toda la documentación- y ha tenido consecuencias, ya que por algún motivo está suspendido el emprendimiento y por algo la DINAMA consulta a la Facultad de Agronomía, aunque no sé por qué también consulta a los alemanes, que no nos conocen mucho. Ahora tenemos elementos bastante importantes como para que la DINAMA haya formado opinión y podamos adoptar una decisión que dé tranquilidad y que no sea, simplemente, una suspensión o la búsqueda de otro lugar más adecuado para este emprendimiento.
Reitero que comparto que se envíe la versión taquigráfica de esta reunión, pero agregando la comparecencia del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente -que será el que determinará quién vendrá en su representación- para acercarnos a una posición definitiva y no transitoria. No hablo de la Intendencia Municipal de Canelones porque, en definitiva, la que va a tener que autorizar o no va a ser la DINAMA, ya que sin su opinión no se va a poder construir nada.
En fin, quería referirme, fundamentalmente, a la necesidad de que el Ministerio esté presente en este ámbito a la brevedad.
SEÑOR MOREIRA.- Con respecto a lo señalado por el señor Senador Cid en cuanto a la contratación de una consultora alemana, creo que se debió a que este emprendimiento tenía financiación internacional; si no recuerdo mal, fue parcialmente financiado por el BID.
SEÑOR AMSTRONG.- Se trata de una licitación que ganó la consultora alemana Fichtner-LKSur -Fichtner es la parte alemana y LK Sur la uruguaya- para llevar adelante un proyecto que nace en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, que se realizaría con fondos del BID y que supuso una inversión muy importante para realizar todo un Plan Director, porque el sitio final es sólo una parte. Por esa razón, no nos oponemos al proyecto. Hay que aclarar que el Plan Director nace desde el momento en que se junta la basura en la casa de cada habitante de Montevideo o San José; incluso, con el uso de la bolsa de color naranja, así como también con los sitios de transferencia. Insisto en que esto está referido solamente al sitio.
Por su parte, el informe realizado por la Facultad de Agronomía tiene que ver con un contrato pago, que la DINAMA se reservó el derecho a hacerlo público. A esa Casa de estudios no le fue posible proporcionarnos una copia del contrato celebrado con esta Dirección, en virtud de que en uno de sus artículos estaba bien claro que la publicación y la difusión de ese informe quedaba exclusivamente en sus manos.
SEÑOR MOREIRA.- No recuerdo el área del vertedero, pero pregunto si no habría que hacer expropiaciones para instalarlo en su totalidad.
SEÑOR AMSTRONG.- Se trata de un predio de 455 hectáreas que está en manos de un particular, en donde él tiene su ganado. El año pasado presentamos aquí la última declaración jurada del propietario del campo, que en ese momento tenía 430 cabezas de ganado en 450 hectáreas. Como después se fue trancando el proceso, no se llegó a la expropiación del predio, pero de seguir el proyecto tiene que pasar por esa etapa.
SEÑOR MOREIRA.- Pienso que con el cambio de los valores de los inmuebles rurales, eso debe suponer una erogación cinco o seis veces superior a la inicial, ¿no es así?
SEÑOR AMSTRONG.- Considerando que hablamos de 455 hectáreas ubicadas a 400 kilómetros de Montevideo, sin duda hoy en día tiene un valor muy importante. Además, hay que tener en cuenta el lugar, porque no se trata de que sacan una franjita contra la carretera para ensancharla, sino de que quitan todo. Sin embargo, el dueño del predio entendía que el menos perjudicado en todo esto sería él porque, poco o mucho, le tendrían que pagar, aunque, por supuesto, interpondría todos los recursos necesarios por la vía judicial. De cualquier manera, nos decía que él estaba apoyándonos, no por él sino, por los vecinos.
Debo decir que la consulta que hizo el señor Senador Arana me preocupa, porque la Facultad de Agronomía entregó su informe a la DINAMA en el mes de noviembre, y el señor Senador -que fue Ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente hasta marzo- no tuvo acceso al proyecto real de esa Facultad. Es más: recién lo conoce en este momento porque nosotros venimos a presentarlo, pero no porque la DINAMA lo haya hecho público o porque, como dijera el asesor, la DINAMA concurriría en dos o tres meses y “los primeros resultados de la investigación estarán a disposición de los señores Senadores”.
La lectura del resumen hecho por la DINAMA sobre la base del informe elaborado por la Facultad de Agronomía permite ver que consta de dos partes. La primera tiene que ver con el estudio comparativo que hizo la Facultad respecto a cómo había calificado la consultora alemana la producción y la población de la zona. En la segunda parte del estudio de la Facultad de Agronomía -no lo presentamos hoy porque consideramos que lo que importaba era comparar el trabajo de la consultora con el de la Facultad- se compara la zona de Cañada Grande con el resto del departamento o con la zona este del departamento de Canelones. De ahí es de donde el señor Senador lee las conclusiones, y por eso no concuerdan con las que presentamos nosotros.
Esta segunda parte del estudio de la Facultad de Agronomía compara la zona de Cañada Grande y se basa, fundamentalmente, en el último censo agropecuario del Ministerio del año 2000. Lo que la DINAMA presentó en la Comisión de Diputados el año pasado es esto y la ingeniera Alicia Torres, al comparar la zona de Cañada Grande con el resto del departamento, dijo que la primera no difería del resto y, por tanto, no tenía sentido correr el relleno sanitario unos diez metros porque para donde se corriera se iban a encontrar los mismos aspectos o caracteres de Cañada Grande. Por tanto, la ingeniera no compara el trabajo de la Facultad con el de la consultora.
Tengo aquí la versión taquigráfica de la sesión en que la DINAMA concurrió a la Comisión de la Cámara de Diputados y en ella figuran las preguntas de varios Legisladores que se sorprenden de que la ingeniera no reconozca las diferencias con el trabajo de la consultora, a pesar de que se presentaron diapositivas con la producción que denuncia la Facultad. Ella solamente dice que es similar a otras zonas del departamento y de la versión taquigráfica surge que le preocupa la capa de arcilla. A ella le interesa que en esa zona exista una buena capa de arcilla.
Por ejemplo, cuando la consultora va descartando los distintos sitios, elimina uno porque dice que a los cuarenta y cinco metros encontró un acuífero, aunque, aparentemente, las otras condiciones serían favorables. Va a Cañada Grande, allí llega a los cuarenta metros y dice que hasta esa profundidad no hay acuífero. Entonces, como en Cañada Grande a los cuarenta metros no hay acuífero, selecciona ese lugar y descarta otra zona porque, como dije, a los cuarenta y cinco metros encontró uno.
En la zona de Cañada Grande hay quince metros de una capa de arcilla bien impermeable -no recuerdo si se trata de la Formación Libertad o a la Formación Migues, aunque es similar en los dos lugares- pero los veinticinco metros siguientes son de canto rodado mezclado con arcilla. La capa más impermeable en Cañada Grande es de quince metros y después vienen, reitero, veinticinco metros de canto rodado mezclado con arcilla. A los cuarenta metros paran la perforación y dicen que no hay acuífero, mientras que en el otro sitio los cuarenta y cinco metros son de arcilla y como a esa profundidad encontraron un acuífero lo descartan. Ahora bien, ¿qué hay a los cuarenta y dos metros en Cañada Grande? No lo sabemos. Si hubieran dejado la perforación a los cuarenta metros en el otro lugar, les hubiera dado que había cuarenta metros de arcilla, mientras que en Cañada Grande hay quince metros de arcilla y veinticinco de canto rodado mezclado con arcilla.
Lo que realmente nos preocupa es no contar con el informe original de la Facultad de Agronomía, porque lo que aquí se leyó fueron las conclusiones, en las que se establece una comparación con otra zona, cuando lo que nosotros presentamos fue la comparación entre el trabajo de la Facultad y el de la consultora, teniendo en cuenta los factores de exclusión y de aptitud que la consultora y la DINAMA se autofijaron.
Concretamente, la ingeniera habló de factores muy estrictos de exclusión, restricción y aptitud. Por nuestra parte, vemos que hay factores de exclusión que estarían descartando este predio, como es el caso de los pozos de agua para la población y las escuelas rurales. También observamos que con respecto al uso del suelo la propia consultora dice que de existir ciertas actividades debe bajarse la aptitud del predio, y la Facultad de Agronomía ha demostrado que no sólo existen esas actividades, sino que además son intensivas.
SEÑOR PRESIDENTE.- La Presidencia entiende que tal vez deberíamos intercambiar nuestras respectivas versiones taquigráficas con la Comisión correspondiente de la Cámara de Representantes. Concretamente, me refiero a la versión taquigráfica de la sesión en que la DINAMA concurrió a la Comisión de la Cámara y a la de esta sesión, de modo de mantener un contacto más directo entre ambos Cuerpos.
La Comisión de Medio Ambiente del Senado agradece la presencia de la señora Souto y de los señores Amstrong y Pérez, integrantes de la Comisión de Análisis del Parque Ambiental Cañada Grande y la información que nos han brindado.
Se levanta la sesión.
(Así se hace. Es la hora 12 y 41 minutos).

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