El emprendimiento fue aprobado con la categoría B, o sea que no precisa ser presentado a una audiencia pública para que la población opine sobre el proyecto, aunque la Dinama puede establecer lo contrario. Sin embargo, el emprendimiento va a estar en una zona que ya se usa como vertedero de residuos y que está en un área poco poblada.
Según el informe de "Viabilidad Ambiental de Localización", presentado por la CIU a la Dinama, la celda estará en un "área urbana ocupada principalmente por estructuras edilicias no habitacionales de gran porte como establecimientos industriales o los hipermercados", según la caracterización del Plan de Ordenamiento Territorial de Montevideo.
Además, la Dinama publicó la semana pasada en los medios de comunicación un manifiesto para informar a la población que pueden acceder al resumen del informe ambiental en la web de la Dirección (www.dinama.gub.uy) o personalmente en Galicia 1133 piso 2, durante 20 días hábiles desde el 12 de febrero pasado.
QUÍMICOS. La CIU ya hizo un llamado para seleccionar a la empresa que se encargará de efectuar el proyecto ejecutivo de las obras de la celda. Se presentaron cuatro firmas. Aníbal Bresque, presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Industria, estima que esta semana harán la adjudicación.
Indicó que en marzo estarían empezando a hacer el proyecto ejecutivo e inmediatamente se licitarán los trabajos. Esperan que en mayo-junio comience la obra. La celda se construirá en cuatro o cinco meses. "La idea es llegar a fin de año con el sitio terminado", aseguró.
En la futura celda de seguridad, las industrias arrojarán 43.500 toneladas de residuos sólidos industriales peligrosos por año. Pero en ese lugar no se podrán tirar: residuos radioactivos, desechos explosivos o inflamables, residuos contaminados provenientes de centros de atención de salud, entre otros. (Ver infografía)
Los residuos que sí irán a la celda de seguridad son los desechos del sector pintura, curtiembres (grasa, carnazas, barros con cromo, etcétera), metalúrgicos, de Ancap (materiales contaminados con hidrocarburos), de OSE, de UTE (envases de productos químicos), entre otros.
Bresque dijo que aún no está definido cómo se va a financiar la construcción y el funcionamiento de la celda, pero sí indicó que las empresas deberán pagar entre US$ 150 y hasta US$ 500 la tonelada de residuos sólidos peligrosos que deseen tirar en ese depósito. Esos son los valores que se manejan hoy en el mundo, indicó. Hay tres opciones de financiación: "Lo paga la industria de Uruguay y después se cobraría ese dinero a medida que se van depositando los residuos, que se pagan por tonelada, otra es la financiación externa y reintegrar el dinero, y la de conseguir fondos sin devolverlos", explicó. Bresque dijo que también deben determinar si van a tercerizar la gestión de la celda o si lo va a hacer la propia Cámara.
Esta celda tiene un período útil de cinco años porque consideraron que ese plazo es "el razonable para que el Estado y la industria tomen decisiones, ya sea generar sitios en otros lados, u otra solución", agregó. Podrá ser usada por todas las empresas del país, aunque Bresque aclaró que para las industrias que están a más de 200 kilómetros no sería viable por el costo del flete. Entonces se están evaluando alternativas: "Una salida es habilitar el ferrocarril para trasladar los residuos de zonas lejanas y la otra es demostrar que esto se puede hacer bien y generar sitios (celdas) en otros lados", sostuvo.
LA CELDA. "La celda de seguridad es como una especie de bolsa enorme de plástico. Se hace un pozo al que se trata con determinadas capas, debajo de las membranas se pone un censor que se encarga de avisar si en algún momento esa membrana se perforó. Esa es parte de la seguridad. En nuestro caso vamos a trabajar con un relleno de doble membrana. El líquido (que hay en la celda) se mide en forma permanente. Arriba de todo eso se pone un colector arriba de la membrana y el líquido se trabaja en una planta de tratamiento de efluentes especiales. Además el relleno va a ser techado porque no queremos que la lluvia caiga arriba de los residuos para no tener que tratar más líquidos. Luego el líquido tratado se vuelca al colector", explicó el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la CIU.
Los residuos van a ser colocados en forma ordenada en la celda para saber a qué industria corresponde. "Hay que ir llevando un registro volumétrico para saber en qué parte se puso cada cosa de cada empresa. En el caso que en un futuro aparezca una reacción, hay que saber de quién es y cómo analizarla para que no vuelva a pasar", manifestó Bresque.
Además de la celda, habrá una unidad de entrada y un laboratorio en el que la CIU trabajará en conjunto con la Intendencia. Después de que pasen los cinco años, el terreno va a ser monitoreado por 20 o 30 años hasta que se asuma que el sitio es seguro.
"Creo que esta celda va terminar duplicándose en el país, no creo que otra forma sea compatible económicamente con la necesidad de Uruguay. Lo que no es definitivo es el lugar, pero si camina bien, la forma, la ingeniería va a ser definitiva" para el tratamiento de los residuos industriales, opinó el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la CIU.
Hay empresas que reducen residuos
Hoy no se sabe a ciencia cierta qué cantidad de residuos sólidos industriales hay en Uruguay. La Cámara de Industria calculó que se tirarán en la celda de seguridad 43.500 toneladas por año, aunque piensan que el volumen de desechos que se genera cada año es mayor.
Sin embargo, Aníbal Bresque presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Industria de Uruguay (CIU) cree que las empresas industriales van a empezar a reducir sus residuos. La CIU tiene un proyecto para lograr ese objetivo entre sus afiliados.
"Va a generar una bolsa para que cada industria vea si el residuo de una empresa no puede ser materia prima para otra. De repente a alguien le sobra plástico de determinadas características, y resulta que a otra industria ese plástico adecuado o reacondicionado en lugar de tirarlo se lo compra. El residuo es parte del costo de realizar el producto, entonces si uso el residuo voy a gastar menos energía para hacer ese producto. Hay algunas industrias que ya están trabajando en ese sentido y han generado ahorros muy interesantes en sus costos", contó Bresque. Esta reducción de costos sería el factor de mayor interés para los industriales.
En líneas generales, el especialista en el tema por la CIU opina que el manejo de los desechos que genera el sector es, por un camino u otro, un tema resuelto para el país.
El tratamiento de los residuos industriales "no tiene marcha atrás, Uruguay ha firmado convenios internacionales para cumplir con esto y hasta ahora está en falta", confió Bresque.
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